Irresponsabilidad: Deuda pública

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Artículo de opinión

Este artículo representa la opinión de su autor y no necesariamente la posición editorial de SOMA CR.

La precaria situación de las finanzas públicas en la última década ha obligado al gobierno a financiar sus obligaciones mediante deuda pública. El aumento de los déficits fiscales ha tenido un impacto en la misma dirección sobre la deuda, la cual según datos del Banco Central de Costa Rica (BCCR) se ha incrementado de manera importante, pasando de representar cerca del 29,7% del PIB para el año 2010, al 62,5% para el presente año. 

El endeudamiento es una herramienta con la cual los gobiernos pueden llegar a promover políticas económicas que generen elementos de suma importancia para el desarrollo económico como lo son el gasto en capital e infraestructura. Sin embargo, este tipo de mecanismos de financiamiento utilizados de manera irracional e irresponsable, pueden llegar a generar un problema financiero y ser un freno para el crecimiento económico tanto al corto como a largo plazo. 

Costa Rica ha venido destinando sus recursos de la peor manera. Para el presente año no solo cerca del 50% del gasto público fue financiado mediante deuda, sino también cerca del 75% del gasto fue destinado al financiamiento del gasto corriente del Gobierno Central, elemento poco dinamizador real en la economía.

Otro elemento fundamental es la rigidez presupuestaria que genera la deuda, especialmente en los países con alto riesgo que adquieren deuda a un alto precio. Para el año 2010 el gobierno destinó cerca del 1% del presupuesto al pago de intereses, actualmente este gasto representa cerca del 20% del total. Por lo que, el alto endeudamiento llega a generar una alta rigidez presupuestaria, a la vez, se limita el gasto en partidas de alta necesidad social y económica. 

El continuo crecimiento del déficit fiscal es el principal de los determinantes de la deuda pública, sin embargo, la reducción y control ha dejado mucho que desear para la disminución del endeudamiento del país, así lo ha determinado organismos como la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la cual enfatiza en la necesidad de respetar la jurisdicción existente en búsqueda del equilibrio fiscal para la reducción de la deuda. 

Históricamente nos hemos tardado en realizar los pocos ajustes fiscales que hemos necesitado, no obstante, hoy más que nunca se debe de poner orden en las finanzas públicas, no únicamente para la generación de un contexto macroeconómico de confianza que genere el tan ansiado desarrollo económico, sino también por un tema de responsabilidad intergeneracional, en donde no se comprometa el bienestar, la estabilidad y los recursos económicos de las siguientes generaciones.  

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