Los derechos sociales

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Artículo de opinión

Este artículo representa la opinión de su autor y no necesariamente la posición editorial de SOMA CR.

Para hablar sobre los llamados “derechos sociales” es necesario primero dejar la retórica propagandística y apagar la hoguera del populismo. En segundo lugar, es necesario entender qué cosa es un bien económico.

La sociedad

Sobre lo primero hay que decir que la “sociedad”, en sentido estricto, es la suma de todos los individuos; pero el todo nunca puede ser mayor que la suma de sus partes. 

Esto significa que la sociedad no es una totalidad mayor a las personas que la componen. En tal sentido la sociedad no es un organismo biológico y no tiene voluntad, menos conciencia; por tanto, se trata de un concepto abstracto. Como tal, la sociedad no puede ser titular de derechos.  

Hablar de un “derecho social” es un oxímoron. Porque solo los individuos gozan de derechos frente al poder estatal y ante sus pares. Además, solo los individuos son sujetos de obligaciones. 

Los bienes económicos

La educación, la salud, la vivienda, etc. son bienes económicos, no son “derechos sociales”. Porque un bien económico es un objeto que por su naturaleza es escaso y que debe satisfacer una necesidad del ser humano. 

En consecuencia, la educación y el cuidado médico entre otros más, son bienes económicos. Porque los recursos necesarios para brindar esos servicios son escasos (limitados) y las necesidades que satisfacen implican un costo de oportunidad. Negar esto es incurrir en un absurdo.   

Por el contrario, para disfrutar del derecho a la vida, a la libertad y la propiedad, lo único necesario es que las demás personas y el Estado no impidan su gozo.

Por ejemplo, para ejercer el derecho a la propiedad no es necesario que otra persona haga algo, salvo que se abstenga de robarle la propiedad al primero.

Y para que una persona ejerza su derecho a la vida no es necesario que otra persona realice algo, salvo que se abstenga de atentar contra la integridad física del primero. 

Por el contrario, para que una persona disfrute de la educación universitaria, del cuidado médico o para que sea propietario de una vivienda, es necesario que alguien más pague el costo de esos bienes. Porque obviamente todas estas cosas implican un costo y necesariamente alguien más deberá pagar ese gasto.

Los mal llamados “derechos sociales” es la expresión que se usa para justificar la obligación impuesta a un grupo de la sociedad, para que terminen pagando los bienes que otros consumen.

Esto significa que el primer grupo que está obligado a pagar ese costo deberá trabajar, pero no podrá aprovechar los frutos de su esfuerzo. 

La pobreza

Es muy lamentable que algunas personas no puedan generar la riqueza para pagarse los bienes económicos necesarios y satisfacer todas sus necesidades.

Pero la solución no es obligar a otras personas a pagar por esos bienes, sino crear las condiciones para que todos podamos generar más riqueza y así pagarnos los bienes que necesitamos para vivir dignamente. 

Desde luego, para las personas que por sus limitaciones físicas no puedan generar riqueza existe la caridad. Incluso algunos liberales aceptan que el Estado de manera subsidiaria pueda intervenir en casos muy específicos.

Sin embargo, esto es muy diferente a considerar que todos tenemos el “derecho” a una vivienda, el “derecho” al cuidado médico y el “derecho” a la educación superior.   

El problema de la pobreza, es decir, el problema de la carencia de vivienda, de educación y de atención médica no es un problema de “derechos”, sino un problema económico.

Por ejemplo, en la Constitución de Corea del Norte en los artículos 71 y 72, se garantiza el “derecho” a la salud y a la educación de forma gratuita a toda su población. 

Sin embargo, sus habitantes viven en la más absoluta pobreza. Lo mismo sucede en Cuba y en otras tiranías marxistas.  

Si las cosas fuesen tan fáciles bastaría con decretar por ley toda clase de “derechos” para mejorar la vida de las personas. ¿Por qué no un derecho a la telefonía? ¿A los videojuegos, a la práctica del ajedrez, etc.?

Conclusión

Por estas razones es necesario entender que un derecho nunca puede referirse al pago de un bien económico, porque los derechos solo exigen del resto de las personas el abstenerse de una conducta. 

Los únicos derechos que existen son el derecho a la vida, el derecho a ser libre y el derecho a la propiedad. Todo lo demás son bienes económicos. 

Desde luego, esos bienes implican un costo de oportunidad y no pueden ser garantizados de manera universal por medio de un decreto o ley.

Para que exista un mundo con más oportunidades y que podamos vivir todos con una mayor prosperidad, es necesario que los políticos e intelectuales se abstengan de seguir inventando “derechos”, porque los recursos económicos son por definición limitados. 

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